Era guapo y genial, irregular y ardiente. Me sentía atraída hacia él como a nada ni a nadie en toda mi vida. Ansiaba su contacto como una droga, aun sabiendo que me debilitaría. Yo era imperfecta estaba dañada y él abría esas grietas mías con tanta facilidad…
Gideon
sabía. Tenía sus propios demonios. Y nos convertiríamos en los espejos que
reflejaban las heridas… y los deseos más íntimos de cada uno.
Las
cadenas de su amor me transformaron, incluso mientras rezaba para que los
tormentos de nuestros pasados no nos destrozaran…
Era
la primera vez que leía algo de esta autora y de este tipo de género literario.
Lo leí en eso del 2012 y recuerdo que comenzó la batalla entre E.L. James y
Sylvia Day, admito que ame por sobre todo lo alto a Crossfire que Fifty Shades.
La
autora escribe excelentemente bien, tiene un gran uso de vocabulario, pero le
faltó palabras más sutiles, sofisticadas... No abusa en los diálogos y las
descripciones ayuda un poco a que te metas adentro de la historia.
Ahora
vamos con los personajes: comenzando por Eva
Tramell; una chica que se muda a Nueva York, que trata de
acostumbrarse al nuevo ritmo de aquella ciudad, en su primer día conocerá a el
imponente Señor Cross, su mundo dará un giro inesperado. Eva, es una chica de
cuerpo voluptuoso, cabello rubio y la nueva ayudante de Mark Garrity, en una de
las agencias de publicidad más importantes de Estados Unidos. Eva comparte
departamento con un viejo amigo bisexual, Cary
Taylor, quien tendrá que lidiar con sus propios problemas de
autoestima.
Luego
tenemos al hombre que nos enamorara por completo a pesar de su tormento. Gideon Cross, el
protagonista masculino es guapo, millonario, con un pasado que hasta el momento
lo atormenta, alejado de su familia y con un futuro ya formado muy prometedor.
Él es típico estereotipo masculino de muchas novelas actuales: Un Dios del
sexo, con el pelo negro azabache, ojos de un profundo color azul, con un cuerpo
atlético, alto, y dueño de su propia empresa.
La
historia está narrada desde el punto de vista de Eva haciendo la lectura muy
fluida con capítulos breves que harán más amena la lectura. La novela no es muy
previsible, lo que piensas que ocurrirá no siempre es lo que sucederá. Los
personajes son creíbles, todos tienen sus propios pensamientos y se respetan
mutuamente. Todos tienen su personalidad marcada y puede que te identifiques
con algunos de ellos.
No
me gusta comparar, pero no es justo que no lean libros eróticos por culpa de la
mala saga de "Fifty Shades". Y digo mala por absolutamente todo, por ejemplo,
la narración; usa demasiadas repeticiones, las descripciones y la narración
cojea por todos lados y los personajes y el sexo... ya lo he dicho antes. En
cambio, Sylvia Day, aunque esta saga siga siendo demasiado adolescente para mí,
sabe cómo llevar este tema sin caer en la obscenidad, las descripciones y a
narración es buenísima.
Aunque
"Bares to You" no deja de ser una copia, mejoradísima, de "Fifty
Shades". Respeto a quien le guste y no quiero ofender a nadie, simplemente
expongo mi humilde opinión.
Conclusión,
una novela erótica con demasiado sexo (más sexo que erotismo, que no es lo
mismo), demasiado adolescente y anti natural para mí, pero idónea para pasar el
rato. No es que transmita grandes emociones, pero te alegra el día y pasas el
rato. Y no, no me ha disgustado.
1 comentarios
Sin duda amo esta saga. Gracias Sylvia moriré sola esperando a que Gideon salga del libro.
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